Las rosas son muy reconocidas y apreciadas en el mundo de los perfumes por su delicioso aroma, pero cuentan además con otras cualidades. De hecho desde tiempos muy remotos se han utilizado como ingrediente principal de muchos tratamientos de belleza natural. Incluso, en la Antigua Grecia se pensaba que los pétalos de rosas, procedían de la sangre de la diosa Afrodita y se empleaban en rituales de belleza o para conseguir el amor. Al margen de sus connotaciones mágicas, nuestro baño de rosas te servirá para lucir una piel luminosa y fantástica (y por qué no, para conquistar a esa persona especial). Esto es debido a que las rosas poseen una alta concentración de antioxidantes que estimulan la micro-circulación en las capas superficiales de la epidermis haciendo que nuestra piel se oxigene. Además, tienen propiedades cicatrizantes, reparadoras y antiinflamatorias. Si tu piel está cansada, tensa o estresada por el cambio estacional, este baño la dejará suave como la seda.